San Pablo de la Cruz

San Pablo de la Cruz, Fundador de los Pasionistas

Nació en Ovada (Italia), en 1694. Desde niño tuvo una experiencia de “nacimiento y muerte” en su propia familia, donde de 16 hermanos, once murieron siendo niños.

San Pablo de la Cruz recibió de su madre gran influjo en la devoción a la Pasión de Cristo. De hecho cuando alguno de sus hijos se quejaba o tenía algo que sufrir, Ana María Mazarí (nombre de la madre de San Pablo de la Cruz) le ponía el crucifijo en las manos y les decía: “Miren, hijos, cuánto ha sufrido Jesús por nosotros”.

Sin duda que estas experiencias infantiles no explican en profundidad el
Carisma de nuestro Fundador, pero sí señalan un rumbo importante en su vida.

La Vocación de San Pablo de la Cruz se desarrolló en varias etapas. Así lo describe él mismo en carta a su Director Espiritual el Obispo Gattinara, desde su retiro de 40 días en Castellazo.

En una primera etapa, se siente llamado a ser ermitaño. En una segunda siente el deseo de “reunir compañeros para vivir con ellos y fundar con permiso de la Santa Madre Iglesia una nueva Congregación Religiosa”. Finalmente, en una última etapa, Dios le reveló lo propio y lo específico de esa nueva Congregación. La inspiración de Dios llegó en una visión yendo camino del templo a su casa. Dice que se “sintió elevado en Dios y en espíritu se vio vestido de una túnica negra que llegaba al suelo, con una cruz blanca sobre el pecho y bajo la cruz escrito el nombre santísimo de Jesús con letras blancas…” Pablo de la Cruz tenía entonces 26 años.

Junto con la carta al Obispo Gattinara, Pablo de la Cruz le manda las REGLAS o
CONSTITUCIONES que acaba de redactar para la nueva Congregación.

Después de esto, San Pablo de la Cruz y su hermano Juan Bautista hacen vida de ermitaños, ejerciendo sin embargo, el ministerio de la Catequesis en las parroquias vecinas. En 1725, Pablo de la Cruz marcha a Roma y comienza a trabajar en un hospital para pobres. Y para un mejor servicio se Ordena

Sacerdote. El propio Papa Benedicto XIII le ordena Presbítero en la Basílica de San Pedro.

Después de su ordenación Sacerdotal se dirige al Monte Argentaro, a 150 Kms. De Roma y funda allí el primer convento pasionista. Pero la Congregación Pasionista sólo será aprobada el 15 de Mayo de 1741. En el Rescripto de Aprobación aparece el nombre del nuevo Instituto Religioso: “Congregación de la Santísima Cruz y Pasión de Nuestro Señor Jesucristo”. En estas Reglas los Pasionistas aparecen haciendo un cuarto Voto Religioso específico (a más de los Votos Religiosos de Pobreza, Castidad y Obediencia): ANUNCIAR Y DAR A CONOCER A CRISTO CRUCIFICADO.

El resto de la vida de San Pablo de la Cruz transcurre en la predicación de Misiones y Retiros Espirituales y en la Dirección Espiritual. Como Misionero recorrió toda la Italia de su tiempo. Como Director Espiritual llegó a escribir cerca de veinte mil cartas.

Hasta los 81 años siguió fundando nuevos conventos y extendiendo la Congregación Pasionista. En 1775, año de su muerte, la Congregación Pasionista tenía 13 conventos.

En los últimos años de su vida, muchas veces el propio pontífice Romano lo consultaba con frecuencia y lo visitaba en su propio convento.

San Pablo de la Cruz fue canonizado en 1867. Actualmente sus hijos espirituales, los Religiosos Pasionistas, están presentes en más de 50 países.